Y es así como decido darle un comienzo a este final, como poco a poco, sin que nadie se de cuenta, iré dando pasos invisibles, dándole distancia a las personas, otorgándoles sus bien merecidos espacios. Internamente, iré despidiéndome de cada persona que alguna vez me hizo sonreír, los iré dejando con esos nublados recuerdos, en su almohada una pequeña y cursi carta recordándoles que pronto se olvidarán de mi y seguirán con sus vidas. Así mismo, yo comenzaré desde cero, sin remordimiento o tristeza alguna por abandonar a aquellas personas que alguna vez pudieron ser todo para mi, puesto que, al final no importa quienes finalizan el camino sino quienes lo hicieron interesante.
Me despido, con un ligero movimiento con la mano, una sonrisa y una maleta llena de recuerdos.