martes, 28 de abril de 2015

Camina y Medita.

¿Cuántas son las personas con las que puedes contar de verdad? 
¿Cuántos dedos de las manos te sobran al pensar en quienes han estado ahí para ti siempre? 
¿Quiénes son aquellos que se preocupan por ti? 
¿A cuántos de ellos tienes que buscar tu siempre? 
¿De cuántos puedes estar verdaderamente seguro de que no te van a dejar cualquier día, que no te van a traicionar en cualquier momento?

Camina, camina y  medita. 
Pregúntate si de verdad te sientes completo. 
Sonríe y trata de sonreír sin sentir que algo en verdad está mal. 

Camina y medita.

Camina y pierde el camino. 
Voltéate. 
¿Cuántos están ahí después de perderte? 
¿Cuántos te están buscando? 

Camina y cáete.
¿Cuántos te están ayudando a levantarte?
¿Cuántos se cayeron donde estabas para hacerte compañía?

Solo.

Ahí te das cuenta que estás realmente sólo.

Y aún así nadie se percata de tu soledad. 


miércoles, 8 de abril de 2015

Perder para Ganar

Quiero perderme, tal vez en las calles de una ciudad de un idioma que desconozca para realmente empezar a conocer. Hablar con alguien nuevo y aprender, escuchar, buscar, ver, entender...
Tal vez perderme entre las páginas de un libro, en la letra de una canción, en los trazos y los colores de un dibujo; sentirme parte de algo, sentirme identificada aunque no sea mi caso, descubrir o inspirarme...
O simplemente entre un par de labios, un par de piernas, un par de brazos... los tuyos. Conocerte de arriba a abajo, más que la palma de mi mano, saber cuáles son tus puntos débiles, tus rasgos menos característicos y besarlos, tus atributos mas agraciados y sonreír... quererte hasta que no existas y aún así seguirás existiendo, en mi memoria, en mi trazo, en mis palmas y en mis labios, seguirías existiendo... en mi. 

Perderme y buscarme a mi misma. Perderme y que me busques. Perderme y encontrarnos. Perdernos y ser. Perdernos y estar. Perder... sirve para ganar... 

Casi podría creer que esto que gané lo puedo agarrar con mis propias manos pues se siente tan real... tal vez esta vez perdimos para ganar y saber con certeza lo que sabemos hoy: que no hay nada como un nosotros. Pero el nosotros de ahora, más grande, más fuerte, más maduro...


... y sin duda más feliz. 


Primero perdí para ganar...

... y contigo gané.