sábado, 14 de octubre de 2017

Mi amor.

Esta noche no busco hacer rimas, crear poesías, esta noche vengo a plasmar un sentimiento. 
Un sentimiento que me recorre el cuerpo cuando sus yemas rozan aunque sea un poco mi piel, ¿quién diría que iba a llegar a sentir esto? 
Las mañanas se han convertido en buenos días, acompañado del café con leche de sus ojos y ganas de comernos el mundo y comernos a nosotros. 
Cuando me toma la mano, puedo imaginar una vida llena de aventuras y logros, recorriendo el mundo, explorando lo inexplorado... todo, mientras me siga sosteniendo. 
Quiero declararme yonki de él, pues deseo besarle todo el rato, los labios, la cara, el cuello, las orejas, el cuerpo entero, no quiero dejar ni un sólo rincón de su piel sin el roce de mi lengua. 
Y ojalá nunca deje de reír, pues no sabe la sensación a hogar que me produce verle la sonrisa ¡y cómo muero por besársela! 
Dejarme abrazar por él en los días grises supone un alivio para los males, me da seguridad y tranquilidad, y vaya si es difícil hoy en día que alguien cause algo así en mi.  
Agradezco que cada vez que estaba a punto de cerrar la puerta decidió volverse, cerrarla y sentarse a mi lado. 

lunes, 5 de junio de 2017

Abro los ojos, 
mis manos por tu espalda,
mi lengua por tu nuca,
mi pierna rodeando tu cintura,
mientras tu mano sube y baja por mi gemelo,
siento en mis dedos cómo se te eriza la piel. 

Luces fuera. 

Un viaje astral. 

Luces encendidas. 

Los labios chocan, 
los cuerpos sudan, 
catarsis. 


lunes, 29 de mayo de 2017

Triángulo de Bermudas

Le gustan los viajes, 
conocer lugares, 
personas.
culturas diferentes, 
corazones diferentes.

Ella es así. 

No le gusta quedarse mucho tiempo de visita, 
sólo está de paso. 

Hizo su maleta y volvió a la aventura,
sin nadie, 
buscando la libertad.

Y nadie le avisó que
adentrarse en el triángulo de las Bermudas
iba a ser tan emocionante, 
haciéndole querer
por primera vez, 
no estar sólo de paso. 





sábado, 3 de diciembre de 2016

20 largos y cortos otoños.

Sólo le pido a la vida que nunca deje de crecer espiritual y emocionalmente. 

Querida yo de 8 años: usar gafas no tiene nada de malo, sólo que ellos no lo entienden. 

Querida yo de 9 años: Lucía se va, pero volverán a retomar el contacto con los años, no te preocupes.

Querida yo de 10 años: se que te sientes sola, pero tienes la música para refugiarte en ello. Tus primas son tus primas y tú eres tú, así que sé tú. 

Querida yo de 11 años: es normal tener acné cuando empiezas a entrar en la edad de las hormonas, existe tratamiento, no te agobies. 

Querida yo de 12 años: tu madre y tu hermano están tristes, está bien que intentes mantenerte fuerte por ellos, pero no habrá ningún problema si lloras tú también de vez en cuando, cambiarse de país nunca ha sido fácil, sobre todo si se burlan de tu acento diferente. Pronto tendrás grandes amigas. 

Querida yo de 13 años: deja de sentirte así o perderás todo un año escolar. Confía en ti misma cuando todos duden de ti, 

Querida yo de 14 años: es guapo y te canta siempre que estás mal, pero no le perdones cuando él mismo escogió herirte. 

Querida yo de 15 años: concéntrate en tus amigas y en tus estudios. No va a volver. Escoge Humanidades. 

Querida yo de 16 años: tienes un nuevo ángel en el cielo que cuidará de ti y tu familia. No te molestes con tu hermano por no llamar. No te arrepientas de este año. 

Querida yo de 17 años: ojalá hubieras esperado un poco más. No es tan bueno como parece, no dejes que te traten así. Come, pesar 45kg no hará que te quiera más. 

Querida yo de 18 años: por favor, sal de la cama. Deja de pedirle perdón cuando ha sido él el que te ha hecho daño. 10 pastillas para dormir no son el camino y mucho menos 1 litro de jaggermeister para ti sola. Tampoco confíes en los ojos grises. 

Querida yo de 19 años:  deja que te quieran  como nunca te han querido. No la busques más, ella escogió dejarte atrás. Tienes dos ángeles más en el cielo que te están cuidando día a día sin que te des cuenta. Vete de tu casa, te encontrarás a ti misma. 

Querida yo actualmente de 20 años: se libre y que nadie te corte las alas para volar. Nunca. 


lunes, 16 de mayo de 2016

Extender Raíces.

Basándome en experiencias anteriores he llegado a la conclusión de que las personas son pasajeras, algunas duran un instante en tu vida y otras simplemente permanecen hasta el día actual. 
También me he encontrado en discordia con ciertos pensamientos fugaces en los que decía ''desearía haber compartido más con -x- o -y-'' u ''ojalá las cosas nunca hubieran sido diferentes'' mientras que la discordia me decía  ''no debí nunca conocer a -x- o -y-''. Llegando al pensamiento que tengo hoy, que es: todo fue como tenía que ser, nada debió durar más o menos, vive con eso. Las personas que actualmente no están en tu vida son por alguna razón, al igual que estuvieron por otra. Creo en el dicho de que toda caída tiene una enseñanza, es cierto, muchas veces nos encontramos con la impotencia de haber deseado no desperdiciar tanto esfuerzo en alguien que al final no te valoró, o tal vez viceversa. Pero al final te dejaron alguna enseñanza, ''claro que no, no seas boba, solo vino para interrumpir tu vida cotidiana'' pues no, vino a mi vida a enseñarme detalles de la vida en sí, me hizo crecer con cada golpe que me daba antes de marcharse, o me fortalecía con cada paso que daba al alejarme de ellos voluntariamente. 
No puedo negar que a veces quisiera haber hecho las cosas de otra manera, pero al final me dejó el saber de cómo no hacerlo la próxima vez. 
Así que tú, que estás leyendo esto, probablemente no sigas en mi vida y te preguntes cómo estoy ahora que no estás, pues estoy bien y te agradezco las pequeñas cosas que dejaste en mi conocimiento antes de marcharte, o de marcharme. 
Y tú, que sigues en mi vida a pesar de los errores, las risas, los llantos, las sonrisas y los chistes de mala calidad a las 3 a.m, te agradezco porque cada día me enseñas algo nuevo de lo qué aferrarme, no sabes cómo aprecio la valentía de escucharme en mis momentos más vulnerables. 
Sin más que decir que: aprecia a quiénes hoy tengas, y a los que no también, aunque sea un difícil camino que recorrer por tu propia cuenta, primero aprende a quiénes quieres tener cerca para crecer como persona y a quiénes quieres tener de lejos para poder extender tus raíces. 

lunes, 18 de enero de 2016

Sombra.

No lo sé, ni siquiera sé cómo comenzar esto. No me mal interpreten, nada malo, nada grave, ni nada espantoso ha acontecido mi vida estos últimos meses, sinceramente ha sido todo lo contrario, ha estado lleno de una felicidad tan grande, casi como si pudiera obviar el hecho de que soy un alma rota, de que no importa las veces que trate, mi sombra me persigue a donde vaya, esa oscura silueta de mi persona, adentrándome en suma tristeza por las noches, anhelando ese cuerpo que me proteja de mi misma. 
Pero, ¿por qué? 
He aprendido que la vida es esto, es una constante montaña rusa, vaivenes por doquier, alcanzar la catarsis de tu vida y después hallarte en un pozo sin salida. 
¿Por qué?
¿Por qué ese chico de piel tatuada y ojos bonitos me tiene que hacer sentir como en casa? Sólo le basta con sonreírme para yo sentir ese calor de hogar dentro de mi.
¿Qué pasará el día en que se vaya? 
La vida es eso, transiciones, nada perdura. 
Ni siquiera los sentimientos, eventualmente sólo creas melancolía, añoranza, nostalgia, pero nunca se vuelve a crear el amor.
Confieso que le di la mano a mi sombra, casi todas las noches me encuentro en su compañía, poniéndonos al día o simplemente yo, contándole lo nuevo, lo refrescante y ella, sólo tratando de que no la olvide, que no olvide lo que soy, lo que era y lo que seré.
Soy mi propia ancla.
¿Por qué?
Hace mucho tiempo ya dejé de ''romantizar'' a las personas que me hacían daño, pero ¿qué hay de mi? ¿No soy arte? ¿No soy amor? ¿No soy odio? ¿No soy absoluta? 
Tantas preguntas y tan pocas respuestas. 
¿Por qué tanto miedo a perseguir aquello que me hace feliz?
¿Tan grande es así mi necesidad de alcanzar la felicidad absoluta sin necesitar de alguien a mi lado?
¿Hasta qué punto somos las personas capaces de perder para ganar?
Te pido que te marches de mi, aunque a partir de ese momento tenga que caminar sola, te pido que algún día me dejes volver sola a casa sin tener que sobre pensar cada cosa que hice en el día, o días anteriores,  o tal vez años. No te necesito, y aún así eres parte de mi.
Pero, ¿por qué?


jueves, 3 de diciembre de 2015

Intrínsecamente

Nunca nadie nos advirtió que la vida se trataba de esto. 
Nos dijeron que la vida consistía en nacer, estudiar, trabajar y morir, pero no, es mucho más complicada que eso. 
No supieron cómo avisarnos de que ibamos a sufrir, a reir, a amar, a olvidar, perdonar, gritar, follar, enamorar, beber, pagar, cobrar, trabajar, estudiar, desconfiar, confiar, romperle el corazón a alguien, decepcionar a la gente que quieres.... sí, porque la vida se basa no sólo en ti mismo sino en las personas que te rodean, las personas que de verdad quieres... 

Pues bien, a ti, perdóname si alguna vez rompí tu corazón o si alguna vez te decepcionaste de mi, o si simplemente no te hice lo suficientemente feliz. Mereces a alguien mucho mejor que yo.


A mi primer amor le pido perdón y gracias, perdón por tenerme en tu vida y convertirla en el caos que llamábamos ingenuamente amor, o tal vez esa fue nuestra personal y particular definición de amor, ese amor que te destroza y con destrozarte te hace sentir vivo, perdóname por haber dejado perdernos y por romperte el corazón si es que alguna vez lo tuviste en correspondencia conmigo. Pero gracias, gracias por inyectar adrenalina en mi cuerpo todos los días, gracias por ser mis primeros pasos al mundo y gracias por abandonarme aquel día, era lo que me faltaba para darme cuenta que el primer amor no siempre es el definitivo. Los recuerdos siempre los llevaremos con nosotros. 

A aquella amiga que llamé hermana y hoy en día es una desconocida, siempre me quedaré con las ganas de haber compartido más mi juventud contigo, mis días y mis noches, mis aventuras y desventuras. Jamás me arrepentiré del momento en que dije que te quería y que eras mi alter ego. Perdóname también, por no ser lo suficiente, lo que necesitabas en tu vida basicamente. 

Hermanas, todos los días de mi vida las echo tanto de menos... recordando esos recreos, esas fiestas y tal vez alguna que otra borrachera. Pero más que nada, no puedo olvidar todas las veces que caí y ustedes cayeron conmigo solamente para levantarme, cada noche que tengo una copa en mi mano brindo por nosotras, por nuestros recuerdos, por nuestras pequeñas locuras, pero sobre todo brindo por el día en que esas 7 desquiciadas se vuelvan a reunir para gritar, llorar y dormir juntas. Que tal vez yo este en la isla paradisíaca de España y nuestra otra gran escritora en un pueblo por allá en Inglaterra y las demás abandonadas en un país tercermundista con crisis humanitaria, pero nada nos podrá separar, ni así venga lo que venga, gracias por nunca rendirse en mi, nadie había permanecido tanto a mi lado como ustedes. 

¿A mi familia? Sólo tengo una cosa que decir: los pilares, el motor de mi vida. 

¿Cómo me iba a olvidar de ti? Querida nueva flor en mi pequeño jardín, no se ni siquiera por dónde empezar contigo, me dejas sin palabras cada vez que pienso en cómo siquiera agradecerte por traer tanta felicidad a mi vida, tantas enseñanzas y nuevas experiencias. Como me moría por tener una hermana mayor. No te rindas conmigo, soy un poco difícil pero quiero de verdad. 

''Lo bueno siempre es el final'' o así dicen, pues no lo sé, lo que sí sé es que tu, mi querido amor, fuiste el rayito de luz que entró por mi ventana en una gran temporada de lluvia, llevándome a vivir la vida, pero a vivirla de verdad, bajo el agua, en la tierra recorriendo lugares conocidos y otros por conocer, por llenar mi vida de bailes, risas y besos, por enseñarme que el primer amor no es siempre el último y por sobre todo, enseñarme a quererme a mi antes que a ti mismo. Nunca podré olvidar aquel día que mis ojos cafés (adictos a tu sonrisa) conocieron los miel verdosos tuyos, ese fue el día en que supe que estaba adentrándome en una arena que no conocía para darme cuenta hoy en día que no eras más que un pequeño oasis en medio de un desierto. 

Gracias y perdón a los que se quedan y a los que se fueron. 

Perdón y gracias a los que se fueron y a los que se quedan. 

No saben cómo valoro el pequeño coraje  que tienen de quererme.