jueves, 29 de mayo de 2014

Sin Embargo.

Cómo me explico a mí misma que las cosas en algún momento podrán volver a ser como eran antes. Cómo hago para que esta sensación de vacío que siento en el pecho vuelva a llenarse, pero a llenarse que sienta que explotará... Cómo dejo de derrumbarme todas y cada una de las noches desde aquel día. Quisiera simplemente, retroceder el tiempo y hacer que muchas cosas que pasaron no pasaran, quisiera cambiar muchas cosas que supuestamente quedaron atrás.

Mírame a los ojos y dime que me quieres, que todo estará bien, que las cosas volverán a ser como antes o incluso, que serán mejor, mírame a los ojos y si hace falta, miénteme una vez más. Sólo dame un poco más de tiempo a tu lado. 
Agarra mi mano y haz círculos con tus dedos.
Roba mi mirada y quítame el aliento como sabes hacerlo.
Deja tus huellas dactilares en mi espalda, incluso, recórrela una vez más con tus labios.
Mírame y vuelve a decirme esas mentiras verdaderas que me hacían tan feliz.
Nunca pensé que una sonrisa tan inocente escondiera tantas cosas. 

Es como cuando tratas de agarrar agua con las manos cuando tienes sed, se te va de las manos, corre rápidamente entre tus dedos... se va... y sólo quedan rastros de gotas, que al tiempo,  se evaporarán.

¿Serás ese agua? ¿O serás la mano que sostenga cuando la necesite? 

Cómo alguien puede volverse tan frágil y tan vulnerable.

Cómo alguien puede volverse tan insignificante.

Y muy dentro de ti sabes que al final los caminos se separarán y en el futuro sólo seremos simples recuerdos.
Pero si me trato de marchar, detenme, porque en el fondo no quiero hacerlo, en el fondo sólo que me demuestres que esas mentiras no fueron mentiras, que cuando te pida que me mires y me digas que me quieres a mi y a tu lado... sienta que es verdad.  

Pero no sé qué es peor o mejor, si yo, que a pesar de todo estoy dispuesta a lanzarme contra el muro otra vez o tú que a pesar de todo sigues aquí.

Que después de todo, recuerdo cuando me dijiste que querías enseñarme las verdades absolutas del amor y estar por y para mi.


Y sin embargo, sin importar más nada, te quiero tanto como te quise todos los días desde aquel día que te lo dije. 

Sin embargo, sigues siendo lo primero que pienso cuando despierto y en lo último cuando me duermo.

Sin embargo, tú sí fuiste y eres mi todo.