jueves, 3 de diciembre de 2015

Intrínsecamente

Nunca nadie nos advirtió que la vida se trataba de esto. 
Nos dijeron que la vida consistía en nacer, estudiar, trabajar y morir, pero no, es mucho más complicada que eso. 
No supieron cómo avisarnos de que ibamos a sufrir, a reir, a amar, a olvidar, perdonar, gritar, follar, enamorar, beber, pagar, cobrar, trabajar, estudiar, desconfiar, confiar, romperle el corazón a alguien, decepcionar a la gente que quieres.... sí, porque la vida se basa no sólo en ti mismo sino en las personas que te rodean, las personas que de verdad quieres... 

Pues bien, a ti, perdóname si alguna vez rompí tu corazón o si alguna vez te decepcionaste de mi, o si simplemente no te hice lo suficientemente feliz. Mereces a alguien mucho mejor que yo.


A mi primer amor le pido perdón y gracias, perdón por tenerme en tu vida y convertirla en el caos que llamábamos ingenuamente amor, o tal vez esa fue nuestra personal y particular definición de amor, ese amor que te destroza y con destrozarte te hace sentir vivo, perdóname por haber dejado perdernos y por romperte el corazón si es que alguna vez lo tuviste en correspondencia conmigo. Pero gracias, gracias por inyectar adrenalina en mi cuerpo todos los días, gracias por ser mis primeros pasos al mundo y gracias por abandonarme aquel día, era lo que me faltaba para darme cuenta que el primer amor no siempre es el definitivo. Los recuerdos siempre los llevaremos con nosotros. 

A aquella amiga que llamé hermana y hoy en día es una desconocida, siempre me quedaré con las ganas de haber compartido más mi juventud contigo, mis días y mis noches, mis aventuras y desventuras. Jamás me arrepentiré del momento en que dije que te quería y que eras mi alter ego. Perdóname también, por no ser lo suficiente, lo que necesitabas en tu vida basicamente. 

Hermanas, todos los días de mi vida las echo tanto de menos... recordando esos recreos, esas fiestas y tal vez alguna que otra borrachera. Pero más que nada, no puedo olvidar todas las veces que caí y ustedes cayeron conmigo solamente para levantarme, cada noche que tengo una copa en mi mano brindo por nosotras, por nuestros recuerdos, por nuestras pequeñas locuras, pero sobre todo brindo por el día en que esas 7 desquiciadas se vuelvan a reunir para gritar, llorar y dormir juntas. Que tal vez yo este en la isla paradisíaca de España y nuestra otra gran escritora en un pueblo por allá en Inglaterra y las demás abandonadas en un país tercermundista con crisis humanitaria, pero nada nos podrá separar, ni así venga lo que venga, gracias por nunca rendirse en mi, nadie había permanecido tanto a mi lado como ustedes. 

¿A mi familia? Sólo tengo una cosa que decir: los pilares, el motor de mi vida. 

¿Cómo me iba a olvidar de ti? Querida nueva flor en mi pequeño jardín, no se ni siquiera por dónde empezar contigo, me dejas sin palabras cada vez que pienso en cómo siquiera agradecerte por traer tanta felicidad a mi vida, tantas enseñanzas y nuevas experiencias. Como me moría por tener una hermana mayor. No te rindas conmigo, soy un poco difícil pero quiero de verdad. 

''Lo bueno siempre es el final'' o así dicen, pues no lo sé, lo que sí sé es que tu, mi querido amor, fuiste el rayito de luz que entró por mi ventana en una gran temporada de lluvia, llevándome a vivir la vida, pero a vivirla de verdad, bajo el agua, en la tierra recorriendo lugares conocidos y otros por conocer, por llenar mi vida de bailes, risas y besos, por enseñarme que el primer amor no es siempre el último y por sobre todo, enseñarme a quererme a mi antes que a ti mismo. Nunca podré olvidar aquel día que mis ojos cafés (adictos a tu sonrisa) conocieron los miel verdosos tuyos, ese fue el día en que supe que estaba adentrándome en una arena que no conocía para darme cuenta hoy en día que no eras más que un pequeño oasis en medio de un desierto. 

Gracias y perdón a los que se quedan y a los que se fueron. 

Perdón y gracias a los que se fueron y a los que se quedan. 

No saben cómo valoro el pequeño coraje  que tienen de quererme.




miércoles, 28 de octubre de 2015

Diecinueve otoños.

Este ''post'' hoy va dedicado a ti, 
quien me ha acompañado durante las caídas y las subidas tan altas que casi tocaba las nubes,
a ti, 
quien me ha servido de apoyo cada vez que tenía miedo de lanzarme a todo,
a ti, 
quien me ha hecho reír durante diecinueve años,
a ti, 
quien ha formado en mi una pasión por el arte, por la vida, por la ciencia,
a ti,
quien si tenía que llorar, lloraba conmigo, 
a ti, 
quien a pesar de las adversidades nunca se ha rendido conmigo,
no es una carta de amor o de desamor esta vez, 
es una carta de amor propio, 
esa persona a quien le agradezco no abandonarme nunca durante diecinueve exactos otoños...

es a mi misma. 

Gracias por darme tantas aventuras. 


lunes, 28 de septiembre de 2015

To do list.

Quiero noches de copas entre calles oscuras, donde las personas chocan unas con otras al son de la música. 

Quiero caminar contigo de la mano, mientras me das vueltas a medida que avanzamos. 

Quiero un cigarro y un café en las terrazas de París, buceo en Mykonos, compras en Milán y arte por el mundo. 

Quiero un beso bajo la lluvia, de esos en los que ya estás mojado sin el H2O, donde pasa su mano por mi nuca y me acerca tanto que puedo sentir su calor corporal. 

Quiero una toalla al borde del mar, bajo la luz de las estrellas, acompañado del ruido de las olas, al compás del viento. 

Quiero las risas de esas que te duele el abdomen echada en un sofá un domingo por la tarde, así con un camisón encima y más nada. 

Quiero una tarde en Stonehenge, una noche en Berlín y una mañana entre los corales australianos. 


Quiero las cosas tan simples que me ofrece la vida... 


...tan simples que te llenan de felicidad.

martes, 22 de septiembre de 2015

Incoherencias Nocturnas

Me he adentrado en el camino sin fin de encontrarme a mi misma a lo largo de estos meses. También me perdí muchas veces, opté por los caminos erróneos, seguí las huellas de pies sucios e incluso yo misma me adentré en un desierto, pero tengo que orgullosamente decir que el arte me ha salvado de ser una tragicomedia clásica, de esas en las que uno se lamenta entre un que otro chiste. 

Preguntenme sobre vicios y les responderé con 12 girasoles de Van Gogh.
Diganme sobre enfermedades y les hablaré de la biporalidad de Munch. 
Nieguenme sobre el amor y les mostraré el rapto de Prosepina. 

Quejense de la carencia de detalles y les informaré sobre cuántos lunares hay en su piel.

martes, 16 de junio de 2015

Pensamientos relámpagos.

Tal vez era falta de aceptación, o simplemente me sentía obligada a negar que no quería perderte, pero quizás ya te había perdido y no me había dado cuenta hasta que saliste por la puerta grande. 


No sé por qué tuve la necesidad de detenerte, o mucho menos el instinto de seguirte incluso cuando tu mismo ponías los obstáculos en el camino para que no lo hiciera. Quedan dos noches más a tu lado, el único momento del día donde eres un poco más mío que tuyo y donde yo soy un poco más tuya que mía, donde sin recelo puedo acariciar tu espalda, tu cabello, y darte un que otro beso en la cara, sólo para que no se te olvide cómo se sentía cuando lo hacía; no quiero perder ni un momento que me queda a tu lado, así no exista un nexo entre los dos, o tal vez un título oficial, quiero poder decir que mis últimos momentos junto a ti fueron buenos, felices y valorados en vez de un puñado de tonterías; recordarte como siempre has sido: la persona que me llenó más que nadie, quien logró cambiar mi vida de blanco y negro, a color.


Es ridículo pensar que mi propio miedo a perderte fue lo que hizo que pasara, todos los días me recuerdo por las cosas que nos hice pasar y trato de entender por qué lo hice si no habían razones. 


¡Qué difícil es escribir con un nudo en la garganta! Y qué irónico ¿no? Necesitar de la voz cuando se están usando las manos...


No es tanto el hecho de seguir intentando, tal vez dentro de mi quiera hacerlo pero tuve que aceptar a parar por tu propio querer... simplemente es querer disfrutar el poco tiempo que queda, es sentir cómo los minutos se te vienen encima, y cómo siento que estoy desperdiciando tantos nuevos recuerdos que pueda formar... 


Tengo que celebrar tanto y sentirme orgullosa de saber que fuiste mío y sólo mío, que por un momento fui yo la única persona en tu mundo. Tengo que llenarme de regocijo al saber que fui tan recíprocamente importante para esa persona. Pero sobretodo, he de agradecer todo lo bueno que me has dado y todo lo que te has llevado contigo, saber que fui tanto y seré mucho más. Gracias por enseñarme que las fuerzas las saca uno mismo y que a pesar de todo, ''mañana es un nuevo día'' y que así como la noche se va, llega el día.


Gracias por el cariño, el amor, y todo lo bueno que dejaste en mi vida, pero sobretodo gracias por lo malo, porque me hiciste entender que no importan las adversidades si uno ama de verdad... ¿Y sabes qué es lo mejor de amar de verdad? Sentirse vivo.

Así que:
Gracias y perdón por todo.

Con todo el cariño, aquella loca que con toda su locura te quiso.

jueves, 11 de junio de 2015

Consuelo

Ha pasado más de una semana desde que me he sentado frente a esta pantalla tratando de escribir algo que me consuele, pero al final del día solo son cartas de despedida, de regreso y de perdón.
Nadie puede comprender lo difícil que es soltar a una persona que te dio tanto para recordar y más aún, esperando más tiempo junto a él.
Tal vez me equivoco o tal vez se equivoque él, pero ambos coincidimos en que uno ya pasó la página, hasta se podría decir que cambió de libro, y el otro no.
Releo tantas páginas y capítulos que escribimos juntos tratando de buscar en dónde fue que te empecé a perder o simplemente dónde me equivoqué... pero no consigo nada, consigo cosas comunes, disputas casuales, y amores sinceros ¿entonces cómo si yo veo tantas cosas bonitas, tu no? ¿por qué me escogiste a mi, para enamorarme, y después ser tú quien no se enamorase?
Quierosoltarte, de verdad que sí, pero mientras más me lo pides más siento que no debería hacerlo por el simple hecho de que nada de lo que está pasando tiene sentido. No tiene sentido la manera en que nos tratamos, nunca pensé que esperaría tanto desprecio por parte de quien decía amarme y mucho menos esperaba tanto rechazo.
Mi único consuelo al final de todo esto, es que puedo orgullosamente decir que luché por nosotros hasta más no poder, hice todo y aún así tus brazos seguían cruzados, rechazando mi llegada.
            
             Pero por lo menos, intenté.

miércoles, 3 de junio de 2015

Lugar.

Cómo empiezo a describir esto...
Cómo puedo siquiera expresar esto que siento, esto que  ni yo misma sé lo que es...
Esta sensación de alivio...
Esta sensación de perfección...
¿No les pasa? Que, con tan sólo sentir su calor, su respiración, todo está y estará bien, que por fin todas las luchas y todos los malos ratos llegan a valer la pena más de lo que pensaban. Que sienten como una armonía de fondo, pero en verdad lo único que oyes es el latido de su corazón y sus suspiros. Lo único que sientes son corrientes eléctricas por donde toca. 
Cuando mis labios están a tres centímetros de su cuello, mis brazos rodeando su cuerpo, las yemas de sus dedos recorriendo mi espalda...
Ese, es mi lugar favorito.
El único lugar donde quisiera estar.




martes, 28 de abril de 2015

Camina y Medita.

¿Cuántas son las personas con las que puedes contar de verdad? 
¿Cuántos dedos de las manos te sobran al pensar en quienes han estado ahí para ti siempre? 
¿Quiénes son aquellos que se preocupan por ti? 
¿A cuántos de ellos tienes que buscar tu siempre? 
¿De cuántos puedes estar verdaderamente seguro de que no te van a dejar cualquier día, que no te van a traicionar en cualquier momento?

Camina, camina y  medita. 
Pregúntate si de verdad te sientes completo. 
Sonríe y trata de sonreír sin sentir que algo en verdad está mal. 

Camina y medita.

Camina y pierde el camino. 
Voltéate. 
¿Cuántos están ahí después de perderte? 
¿Cuántos te están buscando? 

Camina y cáete.
¿Cuántos te están ayudando a levantarte?
¿Cuántos se cayeron donde estabas para hacerte compañía?

Solo.

Ahí te das cuenta que estás realmente sólo.

Y aún así nadie se percata de tu soledad. 


miércoles, 8 de abril de 2015

Perder para Ganar

Quiero perderme, tal vez en las calles de una ciudad de un idioma que desconozca para realmente empezar a conocer. Hablar con alguien nuevo y aprender, escuchar, buscar, ver, entender...
Tal vez perderme entre las páginas de un libro, en la letra de una canción, en los trazos y los colores de un dibujo; sentirme parte de algo, sentirme identificada aunque no sea mi caso, descubrir o inspirarme...
O simplemente entre un par de labios, un par de piernas, un par de brazos... los tuyos. Conocerte de arriba a abajo, más que la palma de mi mano, saber cuáles son tus puntos débiles, tus rasgos menos característicos y besarlos, tus atributos mas agraciados y sonreír... quererte hasta que no existas y aún así seguirás existiendo, en mi memoria, en mi trazo, en mis palmas y en mis labios, seguirías existiendo... en mi. 

Perderme y buscarme a mi misma. Perderme y que me busques. Perderme y encontrarnos. Perdernos y ser. Perdernos y estar. Perder... sirve para ganar... 

Casi podría creer que esto que gané lo puedo agarrar con mis propias manos pues se siente tan real... tal vez esta vez perdimos para ganar y saber con certeza lo que sabemos hoy: que no hay nada como un nosotros. Pero el nosotros de ahora, más grande, más fuerte, más maduro...


... y sin duda más feliz. 


Primero perdí para ganar...

... y contigo gané.


jueves, 19 de febrero de 2015

Finales.

Llegó el día en que ni siquiera podía soportar estar de pie, no podía con su propia fuerza sostenerse, tuvo que sentarse en la bañera y dejar que el agua exageradamente caliente corriera por su cabeza, ahí sentada, no podía obviar el dolor que le administraba aquel vacío en el pecho, no podía aguantar la tristeza ni un segundo más, se vió reflejada en las puertas de la ducha, analizando cada milímetro de su cuerpo desnudo mientras las gotas de agua trazaban su contorno, recordando cada manera en que la tocó, en que la besó, en cómo fue casi el único en que logró erizarle la piel sin tener que rozarla, empezó a restregarse con una esponja y jabón cada parte de su cuerpo, queriendo borrar sus huellas, sus recuerdos, sus marcas, todo lo que él le había dejado después de su partida pero, no lo logró, sólo logró irritarse la piel queriendo que él se la besara. Incluso bajo el agua podía distinguir lo que era el agua y lo que eran las lágrimas, una vez más con el dedo dibujó en las puertas de la ducha su nombre, pensando en que si tal vez lo hacía él volvería. Hasta que se dio cuenta que esta vez no había sido él el que se fue, sino que fue ella y él la dejó ir, dejó que se fuera por la puerta y con el corazón roto volara lo más lejos posible de él. Dejó que ella le dejara su sonrisa y se fuese nada más con los recuerdos, un suéter  y con ningunas ganas de seguir.
Respiró.
Aguantó.
Respiró.
Se dijo a sí misma ''me dejó ir, no vale de nada seguir aferrándome''
Volvió a respirar.
Se le formó un nudo en la garganta.
Y pensó con tranquilidad ''si me quisiera no estaría buscando a otras, sino que me buscaría a mi.''
 
Pasaban los minutos y eran horas para ella, ya a las nueve de la noche sentía cansancio, sueño, incluso las ganas de leer no estaban allí, esquivaba las películas de amor y buscaba las de guerra. Por donde mirara, por donde pasara, pensaba en él. Buscaba algo que la hiciera sentir completa, viva, feliz, llena... pero eso lo había dejado en unas pequeñas calles de Europa y muchos lugares de aquel terrible pero perfecto lugar que llaman Caracas.
La única música que servía de alivio para ella era Apocalyptica.
No encontraba conforte en ninguna parte, todos sus amigos le decían cosas que no quería escuchar, se encontraba cerrada en el simple pensamiento de que lo quería, ignorando todas las fallas que él había cometido, olvidando todas las veces que la había engañado; hasta que comenzó a hablarse a ella misma, repitiendo todo lo que todos le habían dicho ya antes.
 
     ¿Por qué deberías estar triste? Fuiste tú la que dio todo de sí y la que era honesta con su amor.
     ¿Por qué esperas que te busque alguien que no quiere buscarte?
     Algún día verás lo tonta que eres por creer que él es el amor de tu vida, ese día será cuando otro
     te enseñe lo que es la felicidad de verdad. Las cosas terminan y sobretodo las cosas que no
     son recíprocas, sobretodo cuando uno termina con el timón del barco que ya se hundió.
     Tal vez, este no es el momento de ambos, por más que ella quisiera, sabía que también dependía
     de si él lo quería, y por más que ella quisiera estar con él, no podía soportar más mentiras.
 
Tal vez solo estaba programado para ser quince capítulos en su simple y aburrida vida, quince capítulos que la cambiaron en cierta manera y que ahora por más que no estuviera dispuesta, se volvía a hundir, sabiendo que con el tiempo volvería a salir y sería una persona mucho más grande. Teniendo claro, que no podía sentarse y esperarlo, que tenía que seguir adelante, queriendo en cada uno de los días que pasaran que él estuviera ahí para compartir esos momentos con ella.
Tal vez sólo debía enamorarse de él y no ser correspondida para darse cuenta que por más que uno quiera a alguien, esa persona no estará a la disposición de quererte de vuelta, que la vida es injusta y que no debía arrepentirse por quererlo, porque no todo el mundo quiere de la manera en que ella quiso, así, de verdad, sincero, pasional, único, infinito.
Al fin y al cabo, era la primera vez que sentía tanto por alguien, que arriesgaba tanto por alguien, y ya saben lo que dicen ''que te rompan el corazón duele, pero que te lo rompan y se lo queden, te deja sin nada.''
 
Así es como fue la historia, comenzó con dos adolescentes que estaban locos el uno por el otro y terminó con una mujer llorando en una ducha pensando que las cosas eventualmente estarían bien, bebiendo cerveza con música en aleatorio y con un niño sin la mujer que lo quiso tristemente de la manera más sincera que lo habían querido nunca.
 
Día tras día esa mujer buscará maneras de seguir adelante sin olvidar lo mucho que quiso y lo poco que recibió, sin arrepentirse ni un solo momento.
 
Bueno, esa mujer soy orgullosamente yo.
 
 

lunes, 9 de febrero de 2015

En silencio.

Es indignante, el simple hecho de que me encuentro aquí, fúrica, queriendo romper algo, respirando profundamente para evitar llorar pues me prometí más nunca derramar ni una sola lágrima por ti.
Gracias, por hacerme entender que la persona que eres ahora, no es la persona con la que quiero estar, es ridículo cómo de un día para otro dejaste de ser esa persona con la que quería hablar todo el tiempo para ahora ser la persona con la que tengo que ''lidiar'', pasaste de ser la persona que me hacía más feliz que nadie a ahora ser la persona que me amarga con una simple respuesta. No eres  ni mi mejor amigo, ni mi ''novio'', simplemente eres tú, eres a quien repelo.
No te necesito, creía que lo hacía, pero me abriste los ojos al no quererme de vuelta. Que malgastaba mi amor en alguien que sería incapaz de devolvérmelo.
No me arrepiento, porque la verdad es que era ridícula y asquerosamente feliz, fuiste la persona con la que compartí mis mejores y mis peores momentos y llegué a pensar que ibas a ser mi acompañante de vida.
Estoy aquí sentada, pensando si siquiera pensaste en nosotros cuando decidiste irte o si tan sólo pensaste en ti,  pensando en si tal vez, cuando me veas todo lo que sentías volverá o que simplemente lo que sentiste era tan efímero como una burbuja de jabón.
Tengo miedo de que tal vez no deje de quererte nunca, estoy escribiendo esto como si por alguna razón de la vida fueses a leerlo y estoy muy consciente de que no.
Los días sin ti no han sido ni buenos ni malos, simplemente han sido días, donde no estás, donde no estamos, donde no somos. Pasan los días y llega un momento en que es inevitable derrumbarse y simplemente buscar tus brazos y  tus labios.
Te extrañaré, te querré, en silencio y sin gana de regresar.

martes, 27 de enero de 2015

Disculpas y Aceptación.

Vi una película de terror y no sentí miedo. Todo lo que solía temer ya llegó.
Vi una película de amor y no sentí cariño. Más bien pensé en cuánto nos deberían envidiar.
Vi una película de suspenso y no sentí paros cardíacos. Eso sólo pasaba cuando me besabas.
Vi una película de drama y no sentí angustia. La angustia personal que me domina ahora.
Vi una película de fantasía y no sentí alegría. Nada como esos momentos.
Vi una película de animación y no sentí mi niñez. ¿Dónde la habré dejado?

Ahora me pregunto ¿dónde dejaste nuestros momentos de felicidad? Decías que mientras quisieras contarme tus cosas, estar conmigo, fueses feliz a mi lado y  me quisieras, seguiría valiendo la pena, ¿acaso todo eso se desvaneció?
Pido disculpas, por haberte hecho sentir que no eras suficiente al mismo tiempo que te decía que sí lo eras, siento mucho haber dejado que esto nos pasara, y si te quieres ir, no te retendré más porque no quiero seguir anclando tu infelicidad.

No sabía lo que tenía hasta que lo perdí, y acepto que te perdí.

Gracias por todo, por los besos, por los momentos, por la amistad y por los abrazos que fueron necesarios, pero sobretodo gracias por el amor y la felicidad absoluta.

No te olvidaré. Y aquí estaré cuando decidas volver.

Estoy segura.

Solo no te tardes mucho.

lunes, 19 de enero de 2015

Biografía incoherente.

Dicen que hoy es el día más triste del año, increíblemente, lo confirmo. O tal vez, me sienta así de nuevo y lo único que quiero es buscar un culpable adyacente a mi.
Debería estar estudiando, empollando los apuntes y quemándome las pestañas, preparándome para el examen final de Introducción a la Historia pero, en cambio estoy aquí, con la ventana abierta dejando que el frío entre, escuchando los coches y el tranvía pasar, comiendo pipas Tijuana sintiendo como cada vez se me va poniendo un poquito más agrietada la lengua, escribiendo, escribiendo para mí y para las diecisiete mil personas que ya me han leído hasta ahora.
Tengo aproximadamente veinte cuatro horas preguntándome a quién podría llamar para que me escuchase, preguntándome en quién me podría refugiar hasta que el mal momento pasara, no encuentro a quién lastimosamente, por gran cantidad de razones; después recuerdo que desde siempre he sabido asumir estas cosas solas.
Me desperté en la madrugada, con un gran temor inexplicable hacia la vida y hacia la muerte, pensé en llamarlo, tal vez él sabría reconfortarme, y aún así no lo hice.
Creí despertarme con buenos y bonitos mensajes, fueron comunes y aburridos.
Fui a la universidad, entregué un trabajo de fin de cuatrimestre, me dieron la nota final, almorcé y reí con mis amigos, hasta que de repente en el tranvía de vuelta a mi casa me di el privilegio de pensar otra vez y volver a hundirme en los pensamientos de anoche.
Llegué a mi casa y no quería nada, solamente dormir y no lo logré, me veía inmersa dentro de mi mente, degradándome y haciéndome auto-críticas, comparándome y tratando de entender por qué lo hacía, hasta que pensé en hacer una biografía; mi biografía.
A medida que iba repasando la lista en mi mente llegué a la conclusión de que no soy especial. Soy ordinaria y común.
Mi pelo es oscuro y ondulado. Nada atrayente.
Mi sonrisa es salida y grande. En absoluto uniforme.
Mi cuerpo es aburrido, mis piernas y mis brazos son flacos, mi abdomen no es plano ni sexy, mi trasero sin duda no está moldeado por squats, y mi busto no es nada fuera de lo normal.
Mi actitud es chocante y poco comprensiva.
Ya no canto, ni toco cello o piano.
Ya no me escondo en los libros ni ellos me esconden a mi.
Pero supongo que a pesar de todo eso, me quiero bastante, a veces no lo suficiente para valorarme, hay días que simplemente quisiera ser de esas que a todos les gustan y que te llaman la atención a penas las ves, que te dejan sin aliento, ser algo bonita, ser algo que envidiar. Pero, me quiero. Y todas las personas deberían quererse, aunque sea un poquito, como yo, porque al final no sirve de nada que los demás te quieran si tu no lo haces.
Dejen que un día les rodee la tristeza pero al siguiente ya estén conformes con sus vidas.