domingo, 28 de diciembre de 2014

Cicatriz.

Ha pasado un tiempo desde que no escribía, supongo que por el hecho de que no estaba totalmente clara sobre qué hablar, o si estaría bien o mal lo que decía; pero en fin, aquí estoy otra vez, creyendo que tal vez con estas simples palabras algo en mi vida cambiará o me hará sentir mejor.

No sé cómo describir exactamente lo que siento en estos momentos, me encuentro en un vaivén de sentimientos; no estoy segura si es negación o simplemente ganas de no sentir. Yo también estoy cansada, sinceramente de lo único que estoy consciente es que mis sentimientos hacia él no han cambiado y, que particularmente quiero que todo vuelva a ser como era antes, o capaz incluso mejor de lo que fue; es así, estoy cansada y las ganas que tengo son de acostarme en su pecho y escuchar cómo sus latidos cambian de velocidad si le doy un beso, si le hago caricias o mientras se va quedando dormido poco a poco. 

También siento miedo, probablemente de perderlo; me dijeron una vez que no se puede perder lo que nunca fue de uno, pero tengo certeza que alguna vez fue mío, aunque él no me lo dijera todo el tiempo, yo sabía que lo tenía... 

Esta vez fui yo la que se equivocó, tal vez debí dejar de dudar tanto y empezar a creer más en él, a valorar más y a dejar que todo fluyera como tenía que fluir, debía dejarlo crecer y no arrancarlo y sembrarlo en mi jardín; debí quererlo sin peros ni por qués, debí dejar que me quisiera a su manera y no a la manera que yo quería... debí muchas cosas. 

Aquí estoy melancolicamente añorando los días en que las sonrisas, las risas, los besos y el amor abundaban, añorando lo que fue mío y que hoy ya tiene un pie puesto fuera de la puerta, se me acabaron los planes A, B, C... voy por la Z y ya no sé qué más hacer para mantenernos fuertes, para no olvidarnos y no olvidar amarnos como una vez nos dijimos, sólo sé que me queda mucho todavía por vivir con él, mucho que darle, mucho que sentir y que si lo pierdo ahora, ese sentimiento de que me llena, quedará vacío y no se podrá rellenar con nada, quedará marcado, recordándome lo que fuimos, lo que somos y lo que podríamos haber sido si me diera la oportunidad de amarlo una  vez más, una medianamente ''eterna''... tal como una cicatriz.